♥a joven rompió a llorar emocionada mientras los trovadores entonaban "Clavelitos" ♥
Todo estaba planeado. Las agujas del reloj, a punto de marcar las diez de la noche. Una feliz pareja de enamorados paseaba por el Obradoiro acompañada por unos amigos. Las tiernas miradas se cruzaban entre ambos, las manos entrelazadas...
De repente, la aparente calma del Obradoiro se truncó. Empezaron a sonar los instrumentos de cuerda. Delante del Hostal de los Reyes Católicos se podía ver a una pequeña comitiva de cantores que comenzaban a amenizar el anochecer.
Se quedaron paralizados delante de la puerta principal del parador. "Aún no es", decían algunos de ellos. Volvieron sobre sus pasos ocultándose tras las vallas. Acto seguido, desde dos de las entradas al Obradoiro, aparecieron medio centenar de tunos tarareando sus canciones.
Ése era el momento clave. Poco a poco se fueron acercando a una pareja. Ella, con los ojos abiertos de par en par. Él, con una expresión de lo más tierna, empezó a abrazar firmemente a su chica. Ella se preguntaba qué era lo que estaba sucediendo, pero pronto comprendió que ése sería el momento más especial y hermoso de su vida.
Un centenar de tunos empezó a rodearlos en círculo cantando Clavelitos, ante la sorpresa de numerosos curiosos. El rostro de la joven era un poema: la emoción se hacía patente sólo con mirarle a los ojos y la amplia sonrisa que lucía mientras miraba sin cesar a la cantidad de trovadores que le dedicaban esta serenata.
Tras la primera canción, varios tunos posaron sus capas sobre el suelo del Obradoiro formando un círculo alrededor de la emocionada pareja. Los besos y los abrazos mientras bailaban al son de la música no dejaron de sucederse durante la inolvidable actuación de los tunos.
Pionera
La novia rompió a llorar al poco de terminar la primera canción. Y es que esta joven fue una pionera, tal y como explicó su actual prometido, "de la tuna en Lisboa", ya que se encargó de crear el primer grupo mixto de cantores en esta ciudad. Por ello, su pareja decidió juntar para ella, como prueba de su profundo amor, a tal comitiva de tunos para darle la sorpresa de su vida.
Además, la fecha para esta pedida de mano fue de lo más especial. El novio, que no quiso desvelar su nombre porque quería que fuese "algo privado", decidió realizar su declaración de amor justo el día en que se cumplía "un año que nos hemos conocido, aquí en esta plaza". El motivo de su flechazo en el Obradoiro puede deberse a que este portugués posee una empresa en Compostela.
Al finalizar la actuación, los familiares y amigos de la emocionada pareja se acercaron a ellos para felicitarlos. A continuación, y en un ambiente muy íntimo y familiar, se desplazaron al Hostal de los Reyes Católicos para celebrar la gran noticia de su próxima boda brindando con champán.
En definitiva, toda una original declaración de amor, que quedará grabada para siempre en el corazón de la joven prometida.
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